"Si quieres correr, corre una milla. Si quieres cambiar tu vida, corre un maratón".
Emil Zatopek.
Han pasado más de 24 horas y aún se me pone un nudo en la garganta al recordar muchos momentos del día de ayer. La salida multitudinaria, el grandísimo ambiente que había en la Puerta del Sol, la emoción de sentir los ánimos de muchísima gente (entre ellos mi novia, que corrió casi 500m conmigo en el km 31), la sensación de victoria al entrar al Retiro y saber que la meta estaba ahí mismo ...
Ayer muchísimos ganamos el Maratón de Madrid. Los que han entrenado muchas tardes, noches o madrugadas, con frío, con lluvia, con nieve, con calor, con viento ... Los que han sufrido y han soñado mil veces con cruzar la meta tras el kilómetro 42. Los que han tratado de superarse y buscar sus propios límites. Los que luchamos con nosotros mismos y no contra nadie más.
Hubo muchos momentos en los que casi se me saltaron las lágrimas. El recorrido fue duro, sobre todo a partir del 31 o así, con subidas constantes hasta casi el 42. Pero la sensación que se tiene al pasar por ciertos sitios en los que hay muchísima gente merece esos 42 km y quizás alguno más.
Salí con mi cuñado Sergio y con Sergio Mayayo, los tres con el freno de mano echado. No era cuestión de gastar muchas energías al principio. Hasta el 16 o así fui a 5 min/km, pero la emoción de la Puerta del Sol me aceleró un poco. Entré en la casa de campo junto a los guías de 3h30' (ahí iba Luis Spanjaard pero no lo pude saludar porque había mucha gente alrededor) y con un cierto adelanto frente a lo estimado (2.5 minutos). Ese adelanto y un poco más lo perdí con una parada en boxes y con las cuestas hasta el kilómetro 42. No me encontré con el tío del mazo pero sí que sentí el cansancio propio del que ha corrido 35 km sin parar. Bajé un poco el ritmo (20 segundos cada kilómetros) y desde el 41 di el último empujón.
Finalmente acabé en 3h32'36''. La marca es lo de menos. Haber terminado mi primer maratón, con muy pocos dolores, casi sin agujetas y con ganas de repetir es lo que más me importa. Ése era el objetivo, superarme a mí mismo. Ayer, en el Maratón de Madrid, lo conseguí.
Tras la carrera hubo una comida organizada por Santi Palillo y Miguel Morea, donde nos juntamos muchos de los que corrimos ayer en Madrid (29 personas en total). Enhorabuena a todos (y a todas) los que corristeis la maratón entera, a los que solo corristeis una parte (pero hicisteis un gran entrenamiento), a los que debutaron, a los que ya sois expertos, a los que venían con dolores y aun así se salieron una vez más y, por supuesto, también a los que animasteis durante toda la carrera.
El ambiente en la comida fue sensacional, igual que en el ratito que nos vimos recogiendo el dorsal. Si algo me gusta de este deporte es que hasta ahora solo he encontrado buenas personas. Permitidme que no os nombre a todos y así me aseguro de no olvidarme a ninguno ;)
Podría poner muchísimas más cosas, sensaciones, pensamientos durante la carrera ... es muy difícil transmitir esto. Probablemente casi todos los que leéis estas líneas sabéis ya lo especial que es completar los 42.195 km de un maratón. Mi experiencia tras esta primera vez ha sido genial, algo por lo que ha merecido la pena entrenar y que me ha servido para superarme en algo en lo que nunca he destacado. Si nada lo impide, repetiré. Claro que sí.
PD: En breve pondré fotos, vídeos y demás.
PD2: ¡¡¡Grandísimo Chema Martínez!!! Por el 35 ya lo decían algunos espectadores, "ha ganado Chema!!!". Se lo merece. ¡Ahí está el futuro Oro Olímpico en Pekín!