
Los corredores somos masocas, qué duda cabe. Y algunos somos, además, doblemente masocas. Estuve en el MAM, junto con Ana y Cristina, animando a Sergio, ayudándole en los avituallamientos y disfrutando del ambiente. Por supuesto, también fui con el objetivo de llorar un poco mientras me corroía de envidia: no sé cómo se sufre más, si corriendo 42km con casi 5000m de desnivel (y con el calor de ayer), o viendo palmo a palmo una carrera que has preparado meses y que en el último momento no puedes hacer.
Desde la tarde del sábado estuvimos en Cercedilla con Sergio y con Ana, recogiendo los dorsales y empapándonos de MAM. Yo cogí mi dorsal porque hay un grupillo de locos que tampoco han podido ir a la carrera estando inscritos, y han propuesto hacer la carrera con dorsal y en autosuficiencia otro día. Ahí queda eso. Tengo, por tanto la camiseta de superviviente, camiseta que no me he ganado sudando y peleando en esos desniveles, así que de momento no me la pondré, como pequeña penitencia (sí, ya vamos por el "triple masoquismo").
A las 7.30 de la mañana ya estábamos en la Plaza Mayor de Cercedilla. El ambiente era espectacular: piernas fibrosas, caras afiladas, pieles morenas de sol en las que se veían reflejadas horas y horas de entrenamientos por la sierra. Había también algunos tipos con mochilas más grandes de lo normal y bastones; seguramente el MAM era para ellos un test de material para otra carrera más larga. Otros iban simplemente con una camiseta de tirantes. Casi nadie está excesivamente nervioso, no hay ni prisas ni los empujones típicos del asfalto. Estamos en otro mundo.
A las 8.10 se da la salida. ¡A la cargaaaa! 300 valientes corredores se enfrentan a una de las carreras más duras que he visto nunca. Los termómetros ya marcaban más de 20º, claro presagio de lo que les esperaba.
Rápidamente nos subimos en coche al puerto de Navacerrada. Nos estamos tomando algo caliente y ... ¡pero si son los primeros! Cristina los ve y yo ni me lo creo, pero no son ni las 9, hace poco más de 45 minutos de la salida. Salimos a toda prisa para verlos pasar.
Sergio llega en el tiempo previsto, 1h15'. Genial. Lo vemos venir y ya aparece de su boca la palabra temida: Calambres. Vaya, nos sentó como un jarro de agua fría, porque solo llevaba 9km en ese momento. Hacía mucho calor, desde luego. Bueno, poco a poco, campeón. Le damos algunas cosas de comida, un abrazo y a seguir. A por Bola del Mundo, y a bajar por la Loma del Noruego (hazle un corte de mangas de mi parte) y nos vemos en Cotos.
Rápidamente volvemos al coche y hacia Cotos. El ritual se repite: llegar al sitio y de repente ver que los primeros ya están pasando por ahí. ¿Estos tíos son humanos? Yo he hecho ese recorrido y me dan sudores fríos solo de pensar que ... ¡apenas han parado a andar!
En Cotos nos encontramos con Juan Carlos y con Joana, unos amigos de Sergio, y sus hijos (4 años y 1.5 años y preciosos, por cierto). Estamos hablando un poco mientras van llegando corredores. Ya se aprecian tres grupos principales: los que llegan frescos, los que llegan sufriendo pero aceptablemente bien (ahí entra el bueno de Sergio), y los que de verdad llegan tocados (muy pocos, sorprendentemente). Y todo esto independientemente del puesto en la carrera.
En cuanto llega Sergio todos nos alegramos: su cara es muchísimo mejor que en Navacerrada, sorprendentemente. Ya va por el km 17 y no está nada mal. Hacemos cambio de mochila, pastillas de Isostar, barritas, camiseta ... ¡y a por Peñalara!
Y ahora viene lo realmente hardcore: Sergio abandona el avituallamiento de Cotos en un tiempo de 2h30' ... y al rato, en 2h40', aparecen los primeros que YA VUELVEN DE PEÑALARA (km 26). Ahí ya creo que se me ha descompuesto la cara y todas mis referencias han dejado de tener sentido.
De otro planeta, señores. Conociendo levemente la zona no doy crédito a lo que estoy viendo. Horas después me enteré de que estos auténticos bestias terminaron en ... ¡¡¡4h09'!!!
Pero si los 34km de Cercedilla a Cotos y volver nosotros los hacemos en 5h como mínimo ... y estos tipos han hecho una hora menos y han metido Peñalara ... ¿alguien me lo explica? Estoy deseando ver los parciales para terminar de alucinar. Es probable que no hayan andado nada. Y es más que probable que ninguno de ellos viva de esto (evitaré las comparaciones con los futbolistas).
A esta hora (retomo el asunto que si no me va a dar por llorar) el calor es ya bastante duro. Nos vamos echando protección solar y aún con esas nos pega pero bien. No quiero pensar lo que estarán pasando Sergio & Cia en Peñalara. Sergio aún lleva su mochila con bebida y su comida, pero ... ¿y los que van con camiseta de tirantes? A pesar de estos pensamientos la envidia se apodera de mí, me hubiera encantado estar corriendo por estos parajes.
Tras un par de horas preveíamos la llegada de Sergio de nuevo a Cotos. Pasan los minutos y no aparece. ¿Le habrá pasado algo? Ná, si ha andado un poco más de la cuenta es muy fácil perder minutos. Dicho y hecho, al poco rato hace su aparición ... con esta cara:
A pesar del calor, de la dureza del recorrido, de ir sólo y demás, iba realmente bien. ¡Bravo! Ya has pasado lo más duro, solo queda volver a Bola del Mundo y "dejarse caer" hasta Cercedilla. En el avituallamiento de Cotos había, además de lo típico (isotónicos, barritas, membrillo, sandía, plátanos, etc), una mesita con tortilla de patatas, queso, jamón ... Tras volver a cambiar de mochila y de camiseta, se marcha para subir la Loma del Noruego.
Nosotros (Ana, Cristina y yo) nos volvemos a Navacerrada a comer algo y esperar a Sergio. La bajada de Bola del Mundo hace mucha pupa, la gente va ya bastante cansada y un mal paso te puede hacer retirarte. Escuchamos una ambulancia que tuerce y se va en dirección Cotos. No sabemos qué pasa y preferimos no pensar. Sergio se hace un poco de rogar pero al final lo vemos bajar ... andando. Oh, oh, mala señal. En cuanto nos reconoce a lo lejos vemos que se pone a correr, ¡qué grande! Llega ya cansado a Navacerrada pero está claro que terminará. Si has llegado hasta aquí ya no queda apenas nada.
Finalmente nos vamos a la línea de meta a esperarlo. Yo me adelanté para correr un último tramo con él y hacérselo algo más llevadero. ¡Llegó antes de lo que esperábamos incluso! Al final entró en meta de una forma emocionante, con el speaker gritando su nombre y a continuación la palabra clave: ¡SUPERVIVIENTE!
¡Bravo, bravo, bravo! Terminaste con fuerza, con arrojo, sufriendo bajo un sol abrasador y dándolo todo. Para mí ha sido una de mis primeras carreras como espectador y me lo he pasado en grande viéndoos a todos, especialmente a ti ya que hemos compartido buena parte de los duros y largos entrenamientos por la sierra. Ha merecido la pena estar ahí apoyando, sin duda. Aunque me hubiera gustado correr, también me ha gustado mucho estar de un sitio para otro siguiendo la carrera y empapándome del ambiente, de la dureza y de la belleza del recorrido.
Si las grandes gestas se hacen a base de épica, está claro que este título de superviviente del MAM está en el top-ten de las grandes gestas. Me he enamorado de la carrera y no sólo por ese final con AC/DC (¿a qué otra carrera me recordará?). Tengo 363 días para prepararme bien y disfrutar a tope en el MAM 2009. ¡Espero que lo vivamos juntos, campeón!
Nosotros (Ana, Cristina y yo) nos volvemos a Navacerrada a comer algo y esperar a Sergio. La bajada de Bola del Mundo hace mucha pupa, la gente va ya bastante cansada y un mal paso te puede hacer retirarte. Escuchamos una ambulancia que tuerce y se va en dirección Cotos. No sabemos qué pasa y preferimos no pensar. Sergio se hace un poco de rogar pero al final lo vemos bajar ... andando. Oh, oh, mala señal. En cuanto nos reconoce a lo lejos vemos que se pone a correr, ¡qué grande! Llega ya cansado a Navacerrada pero está claro que terminará. Si has llegado hasta aquí ya no queda apenas nada.
Finalmente nos vamos a la línea de meta a esperarlo. Yo me adelanté para correr un último tramo con él y hacérselo algo más llevadero. ¡Llegó antes de lo que esperábamos incluso! Al final entró en meta de una forma emocionante, con el speaker gritando su nombre y a continuación la palabra clave: ¡SUPERVIVIENTE!
¡Bravo, bravo, bravo! Terminaste con fuerza, con arrojo, sufriendo bajo un sol abrasador y dándolo todo. Para mí ha sido una de mis primeras carreras como espectador y me lo he pasado en grande viéndoos a todos, especialmente a ti ya que hemos compartido buena parte de los duros y largos entrenamientos por la sierra. Ha merecido la pena estar ahí apoyando, sin duda. Aunque me hubiera gustado correr, también me ha gustado mucho estar de un sitio para otro siguiendo la carrera y empapándome del ambiente, de la dureza y de la belleza del recorrido.
Si las grandes gestas se hacen a base de épica, está claro que este título de superviviente del MAM está en el top-ten de las grandes gestas. Me he enamorado de la carrera y no sólo por ese final con AC/DC (¿a qué otra carrera me recordará?). Tengo 363 días para prepararme bien y disfrutar a tope en el MAM 2009. ¡Espero que lo vivamos juntos, campeón!

PD: Muchas gracias nuevamente a Ana y a ti por vuestra hospitalidad.
PD2: Resto de fotos aquí. ¡Disfrutadlas!
PD3: Voy poniendo vídeos:
Si corriste el Maratón Alpino Madrileño ... ¡búscate en la salida!
Sergio llegando a Cotos por primera vez (km 17)
Sergio entrando en meta ... ENHORABUENA SUPERVIVIENTE